21 de abril de 2013

Miedo

Vence el miedo, cariño. El tiempo recompensa y esto no durará. Para bien o mal.
Tal vez desees tantos arrebatos de gloria como pasos das, pero después de haber estado en ese cielo da igual cualquier imagen surrealista, cualquier placer plasmado en instantánea,  todo se va.
Quisieras comerte el recuerdo para saciar el hambre de realidad, pero esa es tan honda y variable como tu propia existencia, como tu sed de conciencia.
Llora hasta agotarte, hasta sentir que los ríos de tu cuerpo encuentran nuevos cauces y entonces siente el calor, abraza al dolor y crece.
El miedo nunca se irá, cariño. Lo introdujeron en ti desde tu primer llanto y te ha gobernado desde entonces. Grítale ahora. Tu huésped no ha de comandarte.
Aquí estás y estarás el tiempo convenido y mientras yo esté aquí, no hay soledad.
El miedo y yo estamos contigo.
No hay remedio.
Hasta el final.




... y eso es todo lo que voy a decir hoy.

PD: Excepto que el viernes fue el día de la bici, y en serio fue genial. Convivir con gente que no ves seguido, tener pláticas bizarras, buen clima y juegos de infancia, sin desestimar la buena reunión :) Que se repita y que la gente siga participando así, con tan buena disposición y ánimos de divertirse sanamente, para ya luego entrarle a las caguamas :P

0 comentarios: